lunes, 22 de noviembre de 2010

2006 - PROMESAS


Prométeme que nunca te enfadarás conmigo,

Prométeme que siempre caminarás conmigo,

Prométeme que nunca me ocultarás secretos,

Que tú y yo compartimos más que una amistad.

Promesas, son sólo promesas,

Que probablemente olvidarás.

Hazme sentir bien, hazme sentir libre.

Llámame, ven a mi casa.

Sabes que soy un puerto seguro.

Sabes que conmigo hay un futuro.

Prométeme un sueño, las estrellas,

Piensa en tantas cosas como puedas

Y prométemelas todas ellas.

Promesas, tan sólo promesas

Que seguramente no cumplirás.

Quiero que cuentes conmigo

Porque yo cuento contigo.

Olvídalo, no me prometas nada.

De todas formas, son todo

Promesas hechas en vano,

Hechas por el gusto de prometer,

Hechas por lo bonito del recuerdo.

Hechas sin pensar en el futuro.

[…]

2006 ¿Qué te dije?

Tantas veces te lo dije,

Tantas fueron las veces

Que te dije, ¿qué te dije?

Aún recuerdo lo que te decía

Mientras dormías envuelta en

el frío de mi tejado estrellado.

Tantas veces te lo dije,

Tantas fueron las veces

Que te dije, ¿qué te dije?

Cosas sinceras ¿recuerdas?

No, no lo recuerdas.

Dormías, sé que dormías.

Cosas que no buscan respuesta,

Sino que buscan perderse en el viento.

El frío debió congelarlas

Mientras flotaban gélidas en el aire.

No te voy a mentir:

Puedo vivir sin ti.

Pero bien sabes que mejor

contigo que sin ti.

2006 - Eres como el mar


Pensando y pensando,

Llorando y llorando,

Recordando y recordando,

Sólo hay una conclusión.

Eres como el mar

Porque vienes y te vas.

Cuando vienes, rompes en mi vida,

Como lo hacen las olas en la orilla.

Cada vez que te veo venir.

Parálisis, no me puedo mover.

Eres como el mar

Porque vienes y te vas.

Al igual que las olas al romper

Agitan con furia la arena,

Tú agitas mi cabeza y revuelves

Todos mis pensamientos, mis deseos,

Emociones y recuerdos… mi vida.

Eres como el mar

Porque vienes y te vas.

Y cuando la ola se retira,

se lo lleva todo consigo.

La arena, las conchas,

Las piedras y las esmeraldas.

Y todo lo que encuentra en su camino.

Eres como el mar

Porque vienes y te vas.

Cuando vienes, rompes en mi vida,

Como las olas en la orilla.

Situación: posible maltratador

Un chico y su novia llegan a la casa de ella. Su salón está lleno de dibujos, cuadros y cosas en las paredes. Todos los rincones están llenos de colases y recortes de periódicos y de revistas. Después de analizar los cuadros y dibujos, se da cuenta de que hay un nuevo colás y se acerca. Son recortes de revista. Todos llenos de productos y alimentos, distintos supermercados, cosas de la vida cotidiana.

De pronto, se gira hacia su novia y le dice:

Cielo, ¿por qué cuelgas un recorte con compresas y tampones? Haha, eso es algo que se sabe, pero no se dice, ni se predica a los cuatro vientos. ¿Cómo se te ha ocurrido publicar algo tan íntimo? Es como si yo mostrara al mundo entero qué marca de condones uso o ¡confesar que uso tés que me ayudan a evacuar! ¡Qué cosas tienes en la cabeza! Pero, ¿qué digo? Es que ni se me ocurriría, tienes un problema. Es de tontos, una de esas niñitas que aún no se han dado cuenta de que sus acciones tienen consecuencias. ¿En qué estabas pensando? Vaya metedura de pata. Eres una descuidada y una imbécil.

Contestación de la chica:

Lárgate de mi casa. No quiero volverte a ver en mi vida.

(Se cierra el telón)

Narrador: Esa es la chica que yo quiero ser

PASSPORT

Ya de por sí, un estuche para pasaportes es estúpido. PERO que encima lleve bordada la bandera de tu país es una parida. Y que lleve escrito “PASSPORT” en letras grandes y en inglés, otra. Manda narices…

Es gente de lo más insegura.

No querer ni un poquito de privacidad, ni un poco de misterio que despierte el interés de ese chico que quiere saber de dónde provienes…

Es gente que necesita mostrar su nacionalidad, su identidad, que proviene de un lugar, que tiene un grupo de gente a la que llama “su gente”, que tiene un buzón de correos…

22-11-2010 - He de decir que este momento de rabia hizo su aparición en un momento en el que los sentimientos y mis principios estaban a flor de piel.

Siento si hiero los sentimientos de alguien, pero es mi manera de ver las cosas. No me importa de dónde seas, quiero saber quién eres tú.

No os sintáis desolados si vivís en el extranjero.

Necesito respirar - 2009


Necesito respirar, descubrir el aire fresco y decir cada mañana que soy libre como el viento.

Este es el estribillo de una canción española muy reconocida por todos los gatos madrileños que se quedaron irremediablemente prendados del haz de luz que comenzó a iluminar sus noches, las calles por las que erraban y los bares que frecuentaban durante la época de la movida madrileña de los años 80. En particular, conozco yo a varios ejemplares callejeros, gatos de pura cepa que cantan este estribillo con furia, pasión y melancolía cada vez que la entonan los altavoces de un bar o el karaoke del que tan aficionados son en su casa… He pasado noches interminables con el alma colgada del ceño fruncido, desentonando y soltando gallos con una mano sujetando firmemente el micrófono y la otra sujetando firmemente un cacique-cola.

Bien, ayer la volví a escuchar, pero esta vez la sentí aún incluso más. Si normalmente el estribillo principal enardece mi espíritu y me eleva hasta alturas donde los pájaros ya no vuelan, esta vez significó mucho más. Y allí, en un bar como otro cualquiera, rodeada de toda mi gente, cantamos con el puño en el corazón, encorvados y con la expresión de haber mordido un limón, la canción que sin saber por qué siempre nos une siempre en un corro. Esa noche convertimos ese bar en algo más que un antro.

La entoné como si mi vida dependiera de ello: copa en mano y mis amigos de la calle bajo el brazo.

Cada uno sentiremos la canción y la interpretaremos como queramos. Para mí, el estribillo lo dice todo, claro como el agua: Necesito respirar, descubrir el aire fresco y decir cada mañana que soy libre como el viento.

viernes, 19 de noviembre de 2010

He vuelto, dicho y hecho. Corto.

Musaka de berenjenas

Hmmmm… MUSAKAAAAAAA

Ingredientes (4 personas):

MUSAKA

2 berenjenas

300 gr de carne

1 cebolla

2 dientes de ajo

1 lata de tomate triturado o troceado (hoy en día hay latas que no sólo llevan tomate troceado, sino también algo de ajo, pimiento o picante que le dan un toque muy bueno)

1 vaso de caldo de verduras/carne (cuidado con aguar demasiado la salsa)

Tomillo/romero (me viene a la cabeza una imagen asquerosa de Álvaro que quedará grabada para siempre en mi cabeza)

Queso en lonchas

BECHAMEL

Queso rayado

Leche

Harina

Sal, pimienta

Nuez moscada (para los que quieran el lote completo)

Aceite de oliva

Mi madre, que es muy buena cocinera y a la que adoro, es la que me inspira y me enseña a hacer buena comida. Esta receta, hecha con cariño, mimo, amor y paciencia (sin vinagre en esta ocasión) os llevará hasta el séptimo cielo. Aconsejo hacer el doble de lo que se cree que se va a comer porque está tan buena que no se puede parar.

PREPARACIÓN

El sofrito: para hacer un buen sofrito, lo más importante es la paciencia y hacerlo a fuego lento. A mí no me hace falta porque lo hago encantada y me encanta ver cómo se doran los ajos, se ablanda la cebolla, etc.

  1. Un poco de aceite en la olla a fuego medio. Mientras se calienta, se pelan los ajos (para pelarlos sencillamente, se pueden dejar en remojo en agua tibia 10 minutos o presionar, hasta que se resquebrajen un poco, sobre una tablar con el canto de un cuchillo). Los ajos se pican o se cortan en rodajas, como se quiera; luego se echan los ajos en la olla y se dejan dorar poco a poco y dando alguna que otra vuelta para salvarlos de muerte por abrasión.
  2. La cebolla se pela y se corta también (como se prefiera), y se echa a la olla. Personalmente, me gusta que la cebolla quede blanda, de modo que hay que esperar. A fuego lento, muy lento. A fuego lento tu mirada, vamos… esta locura con la fuerza de tus besos y el poder de la ternura… Yo para el programa aquel de las letras de la canción.
  3. Freír la carne picada. Aumentar la intensidad del fuego.
  4. Una vez hecha la carne, se vierte la lata de tomate; se condimenta con tomillo o romero (orégano, basilio, perejil… cualquier hierba verde vale. A excepción de una en concreto). Tras este paso, se vierte un vaso de agua caliente en el que previamente hayamos echado una pastilla de caldo concentrado (carne, pollo, verduras… me da igual). Dejar cocer.
  5. Bechamel (sin Termomix o equivalente): derretir mantequilla con el fuego en mínimo en una olla de diámetro pequeño y espolvorear una o dos cucharas de harina. Batir. La mantequilla derretida irá absorbiendo la harina. Verter poco a poco leche tibia y batir mientras tanto. Dejar cocer a fuego medio unos diez minutos sin dejar de remover (si no la bechamel se quema y a ver quién friega después… aparte de que le da un sabor desagradable). Salpimentar al gusto y rallar un poco de nuez moscada.
  6. En un molde hondo para el horno, colocar las distintas capas. Berenjenas extendidas, sofrito, lonchas de queso, berenjenas, sofrito, lonchas de queso… hasta la última capa de sofrito. Verter la bechamel y, por último, queso rayado. La parte del queso rayado es mejor hacerla cinco minutos antes de sacar la musaka del horno. Para saber cuándo está hecha la musaka, con que la bechamel esté dorada, basta.


ÑAM ÑAM ÑAM

Vino tinto en cualquier caso…

¡Qué aproveche!