jueves, 31 de enero de 2008

¿Puedes amar?

Bien, puessss va a ser que no.
Básicamente porque tu crees que sí, pero no es así. No es así hasta que no lo compruebes. Y seguramente aún no lo hayas hecho.

Hoy algo me ha abierto los ojos. Bueno, yo ya los tenía abiertos (y lo digo en el sentido metafórico). El caso es que ha venido una mujer llamada (ojo al dato) LLoRiCa. ¡Llorica! Y cada vez que la llamo me entra un apuro enorme porque a lo mejor y todo en realidad ese no es su nombre. Y la pobre pasa de corregirme, ps...porque suda d mi. El caso es que imaginaos...que esté llamando a una persona llorica por la cara.

Total, vamos al tema. Esta mujer viene una vez a la semana para echar una mano a mi madre con la casa. Y bueno...ahora mismo mis padres están de viaje y vuelven mañana. Así que ha venido a salvarnos el pellejo. Total, las plantas se estaban muriendo.

Sí, sí, seguid por esta línea. Pronto comprenderéis de qué hablo.

A lo largo de mi vida he escuchado varias veces lo siguiente: para saber si estás preparado para amar, lo primero que has de hacer es comprarte una planta. Por supuesto has de cuidarla y mimarla. Si en el plazo de un año sigue viva, podrás pasar a la siguiente etapa. La segunda etapa consta de un ser vivo: un perro, un gato, un periquito o incluso un ratoncillo o hámster si no te sientes seguro o listo y dudas de tus capacidades para mantenerlo con vida. Si en el plazo de dos años sigue vivito y coleando, puedes amar. Así de sencillo. Es entonces cuando puedes lanzarte al vacío, dar el paso decisivo.

La última vez que escuché esta teoría fue viendo 28 días con Sandra Bullock (yo con ella no, ella como protagonista. ¡JA! Más quisiera yo que estuviera a mi lado cortándose las uñas o yo que sé). Total, que eso, que en esa película lo explican de una forma clara y concisa, y además se queda muy bien grabado en la mente de uno.

Pues volviendo al apartado en el que hablaba de poder amar o no. Yo, si os acordáis u os habéis dado cuenta, no puedo. No he superado ni el primer asalto. Cuando he entrado en el cuarto y he visto toda aquella masacre...me he quedado en el sitio, contemplándola, parada ante ella. Acto seguido, me he dado la vuelta sobre mis talones y me he dispuesto a echarles sun poco de agua. Al ver que LLORICA (jajajaja, ¿no os parece gracioso? ¡¡¡Es como si me estuviera metiendo con una persona, en su CARA!!! ((((((((IN YOUR FACE)))))) jejejeje, sí nenas) Total...tras este breve inciso seguiré por donde lo dejé. LLorica se ha ocupado de ellas.
Y yo...he seguido a mi bola pensando en la película y lo que comentaron.

Conclusión: ps, vaya por Dios, ¿no?
Qué le voy a hacer. No se le puede pedir peras al olmo.

Pero ya lo volveré a intentarlo, no temáis. La teoría no determina la naturaleza y las capacidades eternas de la gente...solo las presentes.

Ahora que lo pienso, yo también tuve una vez un momento sideral, luminoso, en el que como si una sandía enorme cayera desde el cielo sobre mi cabeza (habéis de visualizar la escena, si no no mola) me di cuenta de una verdad internacional.

Nunca podrás sentir amor de verdad, ni dejar que te amen si no aceptas y dejas, tú primero, que te hagan daño. A mí por ejemplo eso a día de hoy, no me pasa. Sin embargo hay muchísima gente a la que sí. Esta gente debe desencantarse...Es cierto que hay gente que es consciente de esto, pero piensa que si así le pasa es porque aún no ha aparecido la persona que merezca la pena. PUES ESTÁ EN LO CIERTO. Otra gente, mucha sí me permitís, piensa que sí puede amar y salirse con la suya. Yo a eso lo llamo ser iluso. Pero para gustos, colores.

Mucha gente ni se imagina que todas estas teorías existen. Piensan que son cosas que van y vienen. Es cierto que el amor (el verdadero) no pertenece a la ciencia, ni a las matemáticas. No es algo calculable, y tampoco se puede resumir, le sobran acepciones y ya peros... PPPPPeeeeeeeero la atracción y la pasión sí.

Con qué creéis que jugamos cuando nos vengamos de alguien haciendo que espere una llamada o un "te quiero". Es la atracción, la pasión, el tonteo...con todo esto sí podemos jugar y divertirnos. Con todo esto sí podemos crear y aplicar reglas, normas...

Con el amor no se puede jugar. Es más, no se debe. Si aún no te has dado cuenta desengáñate, porque jugar con el amor es jugar con fuego y te lo puedes jugar todo a una carta y perder, perderlo todo.

Es más, a quién le quedan ganas de jugar (a todo esto, cuando digo jugar, me refiero a jugar con fuego, a jugar sucio, a manipular para conseguir chorradas). Total, ¿a quién le quedan ganas de jugar (jugar en el sentifo negativo) cuadno por fin encuentra lo que llevaba buscando toda la vida? No sé si me entendéis...

Pero cuando hay amor de verdad, las chorradas de "ahora que por fin ha contestado, voy a esperar tres horas para devolverle la llamada para que le entren ansias y demás..." no existen. Es que ni si quiera piensas en esa posibilidad. Y no debes, puesto que lo puedes acabar perdiendo todo por una tontería de quinceañera.

Todo esto no quita que sí haya alguna teoría sobre el amor. Lo que pasa es que (como es tan natural en mí contradecirme) yo elijo las que me quiero creer y las que no. Ahora, yo soy muy racional y objetiva. Al menos eso creo, ya me desencantaré.

Ni el amor, ni la amistad son eternas. Triste, ¿no? Ya me lo imaginaba. Para las más sensiblonas: carpe diem, si no vais a poderlo aprovechar durante toda la vida, sacadle el máximo partido mientras podáis. Esto es de las cosas más ciertas que yo sé.